Incertidumbre, miedo, ansiedad o enfado, estrés o depresión son algunas de las
reacciones que siguen al diagnóstico de diabetes tipo II.
Son datos de un estudio llevado a cabo por la Federación de Diabéticos Españoles, el Consejo General de Colegios de Psicólogos y la Fundación AstraZeneca sobre las necesidades de apoyo psicológico de los pacientes de quienes padecen esta patología que afecta en España a más de 5,3 millones de personas (en el 13,8%) de los que casi la mitad desconocen que la que la sufren.
En la mayoría de los casos, el diagnóstico de diabetes tipo II llega como resultado de un análisis de sangre realizado por otro motivo diferente a la enfermedad. “La diabetes no duele”, apunta gráficamente Andoni Lorenzo, presidente de la Federación de Diabéticos Españoles. Es por eso que tras el diagnótico se producen reacciones miedo o ansiedad.
Por eso, además del tratamiento médico, el psicológico es fundamental para combatir esta patología, ya que entre otros aspectos mejora la adherencia al tratamiento y la aceptación de la misma por parte del paciente, como explica Francisco Santolaya, presidente del Consejo General de la Psicología de España.
Y es que una de las primeras reacciones suele ser la de incredulidad: “Esto no me puede estar pasando a mí”. Aceptar la patología y cumplir el tratamiento son aspectos fundamentales para el autocuidado del enfermo, que además ha de moverse en un contexto social que tampoco ayuda mucho a quienes padecen esta patología, algo que se complica aún más en fechas como estas, en las que las celebraciones abundan, advierte Santolaya.
El objetivo de este estudio ha sido poner en valor el apoyo psicológico a los pacientes con diabetes tipo II, un aspecto crucial en su tratamiento, como resalta Julio Sánchez Fierro, de AstraZeneca. “Al tratarse de una patología crónica, es fundamental que este apoyo se mantenga a lo largo del tiempo y se adapte a cada etapa de vida del paciente”, añade. Y es que los profesionales de la psicología tienen un papel importante a la hora de dar pautas que permitan aceptar la nueva situación a que da lugar la enfermedad y a convivir con ella.
Entre los objetivos de la intervención psicológica están lograr un cambio de hábitos. La alimentación y el sedentarismo son factores clave. Los datos hablan por sí solos: el perfil del enfermo de diabetes tipo II incluido en este estudio engloba a personas con sobrepeso (el 90% de los entrevistados presentaba sobrepeso/obesidad antes del diagnóstico), que no realiza nada o muy poco ejercicio (el 50%), y con antecedentes familiares (el 63%). El cambio en los hábitos de vida es precisamente uno de los aspectos más difícil de manejar, y aquí la ayuda del psicólogo puede ser decisiva.
El estudio surge como un convenio de colaboración para realizar actividades dirigidas a fomentar un mayor conocimiento de la aplicación de la Psicología en la diabetes y está promovido fundamentalmente por el interés de la Federación de Diabéticos Españoles en analizar la situación actual y posibilidades de futuro de apoyo psicológico que está prestando la sanidad pública a los pacientes con Diabetes Mellitus tipo II.
Fuente: ABC.es
Son datos de un estudio llevado a cabo por la Federación de Diabéticos Españoles, el Consejo General de Colegios de Psicólogos y la Fundación AstraZeneca sobre las necesidades de apoyo psicológico de los pacientes de quienes padecen esta patología que afecta en España a más de 5,3 millones de personas (en el 13,8%) de los que casi la mitad desconocen que la que la sufren.
En la mayoría de los casos, el diagnóstico de diabetes tipo II llega como resultado de un análisis de sangre realizado por otro motivo diferente a la enfermedad. “La diabetes no duele”, apunta gráficamente Andoni Lorenzo, presidente de la Federación de Diabéticos Españoles. Es por eso que tras el diagnótico se producen reacciones miedo o ansiedad.
Por eso, además del tratamiento médico, el psicológico es fundamental para combatir esta patología, ya que entre otros aspectos mejora la adherencia al tratamiento y la aceptación de la misma por parte del paciente, como explica Francisco Santolaya, presidente del Consejo General de la Psicología de España.
Y es que una de las primeras reacciones suele ser la de incredulidad: “Esto no me puede estar pasando a mí”. Aceptar la patología y cumplir el tratamiento son aspectos fundamentales para el autocuidado del enfermo, que además ha de moverse en un contexto social que tampoco ayuda mucho a quienes padecen esta patología, algo que se complica aún más en fechas como estas, en las que las celebraciones abundan, advierte Santolaya.
El objetivo de este estudio ha sido poner en valor el apoyo psicológico a los pacientes con diabetes tipo II, un aspecto crucial en su tratamiento, como resalta Julio Sánchez Fierro, de AstraZeneca. “Al tratarse de una patología crónica, es fundamental que este apoyo se mantenga a lo largo del tiempo y se adapte a cada etapa de vida del paciente”, añade. Y es que los profesionales de la psicología tienen un papel importante a la hora de dar pautas que permitan aceptar la nueva situación a que da lugar la enfermedad y a convivir con ella.
Entre los objetivos de la intervención psicológica están lograr un cambio de hábitos. La alimentación y el sedentarismo son factores clave. Los datos hablan por sí solos: el perfil del enfermo de diabetes tipo II incluido en este estudio engloba a personas con sobrepeso (el 90% de los entrevistados presentaba sobrepeso/obesidad antes del diagnóstico), que no realiza nada o muy poco ejercicio (el 50%), y con antecedentes familiares (el 63%). El cambio en los hábitos de vida es precisamente uno de los aspectos más difícil de manejar, y aquí la ayuda del psicólogo puede ser decisiva.
El estudio surge como un convenio de colaboración para realizar actividades dirigidas a fomentar un mayor conocimiento de la aplicación de la Psicología en la diabetes y está promovido fundamentalmente por el interés de la Federación de Diabéticos Españoles en analizar la situación actual y posibilidades de futuro de apoyo psicológico que está prestando la sanidad pública a los pacientes con Diabetes Mellitus tipo II.
Fuente: ABC.es