El video dura menos de dos minutos, pero ya ha generado titulares por tres días en Estados Unidos.
Comienza con una discusión entre un policía de patrullas y Alex Wubbels, la jefa de enfermeras de un hospital en Salt Lake City, Utah. La mujer habla por teléfono, le dice algo al agente y ahí la situación se va de las manos.
El policía saca a empujones a la enferma del hospital, la arrincona, le tuerce los brazos y luego, la pone esposas a la fuerza.
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Los hechos tuvieron lugar en julio pasado, pero se conocieron este jueves, cuando Wubbels decidió acusar al policía y mostrar públicamente lo sucedido.
Según explicó la enfermera, el oficial le solicitó que tomara una muestra de sangre de un paciente inconsciente, pero ella se negó por estar en contra de las normas hospitalarias.
"Mi deber como enfermera es velar por mis pacientes. La sangre de uno es de uno, es un derecho", dijo en la conferencia de prensa.
En un comunicado, el Hospital de la Universidad de Utah, donde trabaja la enfermera, respaldó la decisión de su empleada y aseguró que su comportamiento cumplió con lo establecido por la ley.
De acuerdo con las normas vigentes allí, la sangre de una persona no puede ser entregada sin el consentimiento del paciente, salvo que este se encuentre bajo arresto o exista una orden judicial.
Ninguna de ellas aplicaba a este caso, puesto que el paciente estaba inconsciente y la policía no tenía ninguna disposición judicial.
"Licencia administrativa"
El Departamento de Policía de Salt Lake City anunció este sábado que tanto el oficial involucrado como otro agente fueron puestos en "licencia administrativa" mientras se concluye la investigación de los hechos.
El jefe de la policía Mike Brown aseguró que estaba "alarmado" por las imágenes del video, mientras que la alcaldesa de la ciudad, Jackie Biskupski, describió el incidente como "completamente inaceptable".
La Universidad de Utah, por su parte, celebró la decisión de Wubbels de "centrarse en primer lugar en el cuidado y el bienestar de su paciente".
Asimismo, el hospital anunció que estableció una nueva política para la recolección de muestras de sangres de los pacientes por los policías, quienes a partir de ahora, no podrán solicitarlo en persona en sus instalaciones.