La reelección es el tema que concentra toda la atención del país político y
no político en el año preelectoral, pero el escenario no es nuevo.
Sobre
la tentación de la reelección presidencial, la historia reciente le muestra al
presidente Danilo Medina dos caminos distintos: el que tomó Leonel Fernández y
el que siguió Hipólito Mejía, cuando vivieron un trance similar al que se
encuentra el gobernante, ante la instigación de que se aboque a modificar el
artículo 124 de la Constitución para seguir cuatro años más.
En el 2002,
cuando los funcionarios del gobierno de Mejía encendieron la maquinaria
reeleccionista y se produjo una avalancha de apoyos para que continuara cuatro
años más “porque lo pedía el pueblo”, el gobernante que había repetido varias
veces que no iría, finalmente se dejó seducir y empujó una modificación
constitucional que estableció el sistema norteamericano de dos periodos
consecutivos sin la posibilidad del retorno.
Producto de eso, fue el
candidato presidencial del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) para las
elecciones del 2004. En el camino se produjo la división del partido blanco
debido al principio antirreeleccionista de que ese partido tradicionalmente
defendió y había respetado Salvador Jorge Blanco, quien no intentó reelegirse,
pese a que no tenía impedimento constitucional.
A eso se sumó una
avalancha de críticas a la acción presidencial y el 16 de mayo del 2004 el
pueblo lo rechazó para que continuara gobernando al solo obtener el 35% de los
votos.
El caso de Fernández tomó mayor fuerza entre el 2010 y el 2011,
cuando los funcionarios y allegados pusieron a “soplar vientos de reelección” y
recolectaron 2 millones 200 mil firmas para que Fernández agotara un cuarto
periodo presidencial.
Los niveles popularidad, la diferencia de Danilo
La particularidad del caso de Medina, es que las encuestas le otorgan unos
niveles de popularidad que no había tenido ningún mandatario en el país y logra
mantener entrando al tercer año de su periodo de gobierno. Contrario al PRD, en
el PLD no hay tradición antirreeleccionista y su el líder y fundador, el
Profesor Juan Bosch, en la Constitución que impulsó su gobierno del 1963,
prohibía la reelección presidencial consecutiva, o sea, el mismo modelo que
existe ahora en el país. Ahora, la mayoría de los miembros del Comité Político
del PLD, dicen que se identifican con el modelo norteamericano.
El
presidente del PLD mantuvo en vilo a los aspirantes de su partido hasta un día
antes de la reunión del Comité Central para oficializar los precandidatos. La
noche anterior anunció que “declinaba a su derecho en un acto de
desprendimiento” y se sumó a la campaña que posibilitó el triunfo de Medina.