Luis Suarez marcó el gol decisivo para el Barcelona y Claudio Bravo salvó luego la victoria del equipo azulgrana por 2-1 sobre el Real Madrid el domingo, y que deja a los catalanes con vía libre para conquistar su 23er título de campeón de la liga española.
En un trepidante partido en feudo azulgrana, el Madrid logró nivelar transitoriamente el tanto del local Jeremy Mathieu a los 19 minutos mediante una diana a los 31 de Cristiano Ronaldo.
Pero los merengues fueron incapaces de volver a batir a Bravo en sus siguientes y numerosos arribos y finalmente cayeron víctima de la octava diana liguera de Suárez (56).
Sin contar con una gran actuación del argentino Lionel Messi, el Barsa se bastó de las intervenciones del arquero chileno y el goleador uruguayo para sumar una victoria que le sitúa con 68 puntos en lo alto de la tabla clasificatoria y deja al Madrid con 64, restando 10 fechas para la conclusión del campeonato.
El Valencia, que el viernes goleó por 4-0 al Elche, clasifica tercero con 60 unidades, mientras que el vigente campeón Atlético de Madrid derrotó por 2-0 al Getafe el sábado y figura cuarto con 59.
En un clásico marcado por el ilimitado potencial de los respectivos tridentes atacantes, el juego se entregó a los arrebatos propios del fútbol en su versión más juvenil, silvestre y tácticamente irreverente.
La supuesta mano floja del madridista Carlo Ancelotti permitió que brillara Karim Benzema en su rol de generoso y hábil repartidor de juego, y se desdoblaran sin remilgos los laterales Marcelo y Dani Carvajal, livianos, alegres y punzantes en sus constantes incorporaciones.
El Barsa reflejó fielmente el carácter desafiante e improvisador de Luis Enrique, tan tenso como atropellado, siempre voluntarioso a la hora de buscar el área visitante. Así, Andrés Iniesta apenas tardó un minuto en disparar al arco de Iker Casillas y Messi anunció su presencia poco después con su primera sotana, dejando en evidencia a Toni Kroos.