Un terremoto de magnitud 8,2 sacudió en la noche de este jueves el suroeste de México y activó las alertas de tsunami en las costas del Pacífico.
De acuerdo con el Servicio Sismológico de México, el sismo tuvo su epicentro 137 kilómetros al suroeste de Tonalá, Chiapas, y se registró a una profundidad de 58 kilómetros, a las 23:49 (hora local). Al menos 15 personas murieron en los estados de Oaxaca, Chiapas y Tabasco, según informaciones proporcionadas por autoridades de Protección Civil a las cadenas locales Televisa y Milenio TV.
El mayor número de bajas registradas hasta ahora (10) se produjo en Juchitán (Oaxaca), explicó Ricardo de la Cruz, director general de Protección Civil del gobierno mexicano.
Amancio Demetrio Bohórquez, coordinador de Protección Civil en Oaxaca, le contó a BBC Mundo que numerosas viviendas fueron derruidas por el sismo en esta localidad.
Además en Matías Romero, en el mismo estado, el derrumbe de un hotel dejó varios heridos.
El Centro de Advertencias de Tsunamis del Pacífico emitió una alerta por la posibilidad de "olas generalizadas y peligrosas de tsunami en algunas costas" de México, Guatemala, El Salvador, Costa Rica, Nicaragua, Panamá, Honduras y Ecuador.
Velasco pidió a la población de las zonas costeras del estado que abandonen sus casas y se trasladen a sitios seguros tras la alerta de fuerte oleaje por parte de la Secretaría de Marina, explica El Universal.
El Coordinador Nacional de Protección Civil, Luis Felipe Puente, alertó en su cuenta de Twitter de la probabilidad de olas de hasta 4,2 metros en zonas bajas de Oaxaca y Chiapas.
Hay 1,5 millones de personas sin energía eléctrica por el sismo, el mayor reportado en México desde que se mide este tipo de fenómenos.
El Servicio Sismológico Mexicano situó la magnitud del sismo en los 8,4 grados, pero posteriormente Peña Nieto aclaró que fue de 8,2.
También explicó que es posible que haya una fuerte réplica en las próximas 24 horas, aunque de grado menor al ocurrido en la noche del jueves.
El terremoto de 1985, que causó enormes daños en la capital del país, tuvo una magnitud de 8,1.
Las autoridades suspendieron operaciones en la refinería de Salina Cruz, en Oaxaca, como medida de precaución.
Maylín Guerrero, una residente de Ciudad de México, contó a BBC Mundo que el terremoto se sintió con fuerte intensidad allí, donde se dispararon las alarmas antisísmicas y centenares de personas salieron a las calles, muchos de ellos en pijama.
Tras el temblor se han sentido nuevas réplicas y muchas personas en la Ciudad de México permanecen en las calles por temor.
Las autoridades anunciaron la suspensión de las clases en Chiapas, Puebla, Veracruz, Oaxaca y Ciudad de México.
En Guatemala, el presidente Jimmy Morales llamó a la calma, pues el temblor se percibió también en varias zonas en el norte de ese país, mientras en El Salvador se iniciaron los dispositivos para evacuar a la población de zonas costeras en caso de peligro de tsunami.