En diciembre de 2014 William Mead, un bebé de un año, falleció en un hospital de Londres de causas naturales, de acuerdo al diagnóstico de los médicos. Sin embargo, seis meses después, un forense que analizó el cuerpo del niño reveló los detalles médicos de una causa que desde entonces ha generado conmoción en el país europeo: el pequeño Mead había muerto de septicemia. Ver más