Se les llama los "niños dejados atrás". No se los considera abandonados porque sus padres, pese a estar a varios kilómetros de distancia, no pierden contacto con ellos. Se trata de 61 millones de niños cuyos padres han salido de las áreas rurales de China para ir a trabajar a las ciudades, mayoritariamente en fábricas, pues allí es donde gran parte del poderío económico chino se ha erigido. Ver más